Ellos,
incubaron los huevos
de la serpiente de mil cabezas
y talaron los retoños de la inocencia.
Ellos desordenaron
el tablero de damas de arena
y ahuyentaron
las cabras del pobre pastor.
Ellos sembraron
La primera piedra
Para alzar el monumento a la desdicha
Y estrangularon
Con perfidia la razón
Una mañana de noviembre.
Ellos adulteraron
la leche de las camellas
con las lágrimas
de los caminos de la peregrinación.
Ellos,
desterraron el eco de nuestros pasos
hacia las mudas colinas de la muerte.
incubaron los huevos
de la serpiente de mil cabezas
y talaron los retoños de la inocencia.
Ellos desordenaron
el tablero de damas de arena
y ahuyentaron
las cabras del pobre pastor.
Ellos sembraron
La primera piedra
Para alzar el monumento a la desdicha
Y estrangularon
Con perfidia la razón
Una mañana de noviembre.
Ellos adulteraron
la leche de las camellas
con las lágrimas
de los caminos de la peregrinación.
Ellos,
desterraron el eco de nuestros pasos
hacia las mudas colinas de la muerte.
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