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sábado, 22 de enero de 2011

Anonymous: ¿Están solos?



¿Quién dijo que no hay un movimiento organizado contra la miseria política y moral que nos dirige? ¿Quién afirma que vivimos en el mejor de los mundos conocidos (hasta ahora) y que no debemos albergar esperanza ante tanta estupidez? La dialéctica izquierda / derecha hace tiempo que pasó a la historia. Ahora ya no se busca el engañoso consenso, ni el voto conveniente ni siquiera lo útil en términos económicos. Ahora se ha pasado al ataque.

Ahí están Anonymous, cuya mejor guía para conocerles es que (ustedes) tengan curiosidad por conocerles. Hay quien dice que están pagados por multimillonarios resentidos que maniobran en la sombra.  De forma vaga e indirecta, Vargas Llosa ya los ha censurado en su tribuna semanal. Pero me temo que sólo aspiran a que sus embestidas sirvan al menos para elevar unos cuantos grados Kelvin la paralizante política que el decadente hombre actual practica entre la felicidad aparente y el interés por la bolsa. 

Hubo otro grupo de tipos, como Anonymous, que una vez hasta decidieron presentarse a unas elecciones. Era el Partido del Karma Democrático –PKD- cuyo candidato al senado (que no portavoz porque como Anonymous repudiaban esa ajada palabrabeja) propuso transformar los centros deportivos de las grandes ciudades en santos lugares de encuentro para “hacer el amor”. Para ellos ‘hacer/no hacer el amor’ era la única dialéctica realista. 

En esa ola de insatisfacción también surgió el Partido del Mutuo Apoyo Romántico – PMAR- cuyo lema de campaña era reclamar la poesía como gran medicina lingüística, ya que sus activistas entendían que esta benévola droga siempre estará al servicio de la causa universal del entendimiento. “Apostamos por el caminar práctico hacia el horizonte de la utopía”, explicaba con solemnidad uno de sus misteriosos miembros. 

A todos estos deberían darles algunos minutos en los telediarios aunque dudo que llegue a producirse. Creo que les tienen miedo. ¿Se imaginan a V retando públicamente a Rajoy a un debate sobre el grave problema de la sensibilidad? ¿o que The Doll  se siente en un cara a cara con el presidente del FMI para discutir, de una vez por todas, el espinoso tema de la emoción? 

Hay más alternativas de futuro. Por ejemplo, Ciudadanos Agobiados y Cabreados -CA y C-, dos grupos coaligados para acabar con la trivialidad y la tontería si llegan al poder. Pero quienes deberían tener serias esperanzas de salir pronto en los informativos son los del Partido de los Trabajadores en Precario – PTPRE-. Por lógica, su número de simpatizantes es el único que va en aumento aunque deberían unirse lo antes posible a los herederos de Guy Fawke. Todos juntos, como una ola. Nada de marear la perdiz con propuestas sobre impuestos y pensiones. Para hablar de política con mayúsculas. Sobre cómo los bancos producen angustia social y sobre la pereza que genera el emergente hombre que pretenden construir. Aunque algunos considerarán que todo esto es una payasada. Ustedes eligen.