Páginas

martes, 3 de enero de 2012

Año nuevo


Nada como el inicio del año para hacer promesas deslumbrantes. Y aún más si, como es este 2012 que acaba de arrancar, llega con cara de cuerno quemado. O sea, nada de actos de contrición sobre los excesos del sistema no vaya a ser que se liberen los aguafiestas habituales y propaguen sus canciones sobre qué es la crisis, quién la provocó o quién se está beneficiando de ello. 

Estoy convencido de que en los próximos meses viviremos un tiempo ambientado por la estribillo de la protesta. Los principales intercambios verbales, las acusaciones más graves e incluso las manifestaciones más formidables llevarán de fondo esta banda sonora. Da miedo pensarlo. Aterra más que el aullido de un lobo en la oscuridad de una noche gélida pero lo cierto es que el neoliberalismo salvaje ha comenzado a ocupar las últimas posiciones del Palacio de Invierno español con este cambio universal de Gobierno.


Por eso, hoy que concluye el plazo para enviar una carta a los reyes magos, voy a pedirles cosas realmente trascendentales. La misiva empieza así: "Queridas majestades. Como los políticos de hoy ya no existen, me gustaría que me trajeran unos de verdad y con certificados de calidad porque los de ahora son falsos y me temo que planean algo parecido a un golpe de Estado"

Quiero mandarla por correo certificado. Es por si los monarcas existen ya que en 2011, al menos el que conozco en Madrid, no se portó muy bien.

No hay comentarios: