"Es necesario esperar, aunque la esperanza haya de verse siempre frustada, pues la esperanza misma constituye una dicha, y sus fracasos, por frecuentes que sean, son menos horribles que su extinción". Samuel Johnson, escritor británico
1. Debilidades
La reconciliación y el perdón. Será difícil y complejo encararlo, recuperarlo de nuevo, tras tantas frustraciones y mentiras. Respecto al perdón a las víctimas, es indudable que tiene diferentes niveles. Hay más muertos por ETA pero también hay muertos de ETA. Si se habla de pedir perdón, lo deberán de hacer ambas partes para reconstruir una memoria centrada en el impacto del terrorismo etarra pero abriéndonos, al mismo tiempo, al sufrimiento de quienes también han vivido experiencias traumáticas en el lado abertzale.
2. Amenazas
Primero, saber si el ala política se ha impuesto a los señores de la guerra eterna. De ello dependerá que el sector más radical de ETA y su entorno quede definitivamente desactivado, y abandone posibles tentaciones como las que tuvo el IRA Auténtico el 15 de agosto de 1998 cuando asesinó a 31 personas en Omagh. Segundo, las inclinaciones oscuras de ciertos sectores interesados en que el terrorismo se perpetúe y, por lo tanto, trate de torpedear el proceso. El proceso no depende de 2, 3 o 4 actores, sino de muchísimos más. Y para que todo esto prospere urge despolitizarlo, blindarlo de manejos electoralistas o de impulsos fanáticos. ETA no declarará un abandono definitivo de las armas si no hay un Quid pro quo, aunque sólo sea maquillaje de cara a su frustrada militancia. Por eso es tan importante mantener en las sombras este proceso que ahora se inicia.
3. Fortalezas
La inutilidad de la lucha armada como herramienta para lograr objetivos políticos porque el valor de la palabra le ha derrotado. Esto vigorizará la confianza en el individuo. Es la única manera de fortalecer los lazos humanos de esa parte de la ciudadanía vasca todavía atenazada por la primacía existencial del “pueblo” y, como consecuencia de ello, tibia al horror ajeno ya que, en su subconsciente, el terrorismo simboliza la respuesta colectiva a una amenaza espantosa. Despojarse de esta huella mitológica es lento pero el sentimiento de hastío y de paz es más poderoso. La esperanza no ha sido aniquilada.
4. Oportunidades
La normalización de una sociedad dislocada políticamente pero ansiosa por aprovechar cualquier ocasión que se le presente y que sabe que beneficiará a todos. Primero, a los amenazados y perseguidos por ETA; y después a ese sector del pueblo vasco que tiene dificultades para empatizar con el ‘otro’ y con España, a la que siguen considerando una invención franquista. Es una gran ocasión de desterrar para siempre esa dualidad primitiva y maniquea de “nosotros y ellos” que, trascendiendo el drama terrorista, aún preside la vida cotidiana en muchos rincones de Euskadi, especialmente en el mundo rural.
5. Epílogo
ETA tiene desde hace tiempo el cañón de la pistola en su propia boca. Todos lo sabemos. Sólo queda que alguien les diga, en un instante de iluminación doctrinal, que la guerra ha terminado y que lo único que les queda es una despedida. Breve, se entiende. Así que no la jodáis. Es decir, no nos jodáis otra vez.
3 comentarios:
Gracias por acercarnos a la realidad y al sentir de quienes de verdad sabéis lo que significa de ETA. Suscribo tus palabras.
Gracias a ti por interesarte por algo tan pesado y doloroso como este. Yo aportó mi visión, que no deja de ser subjetiva y por lo tanto equivocada. Desde luego es una opinión fácilmente rebatida por aquellos que hayan sufrido el terror muchas noches y muchos dias. Hay que tener paciencia, sensibilidad y muchísima sensatez para atravesar la delgada linea roja que separa el hoy del mañana
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