Aunque la cerradura de entrada del VIH en el organismo humano es cada año más estrecha, este maldito virus continúa siendo un enemigo temible. Las cifras dan cuenta de la batalla: Más de 1,8 millones de víctimas mortales y 2,6 millones de nuevos infectados en 2010. Resulta difícil mirar la imagen de hoy en 3D del Virus de Inmunodefiencia (VIH) y no apretar los puños con fiereza. Provoca furia. Hoy, día Mundial contra el Sida, celebramos los avances registrados desde que este mutante celular vertió su oscuro manto sobre el escenario de la vida pero también alertamos de los peligros de descuidar la lucha.
Desde el inicio de la guerra contra el Sida en 1981 han muerto más de 25 millones de personas. Cierto es que hoy hemos logrado reducir a una quinta parte el número de infectados anuales y que empezamos a cercar sus caminos hacia la supervivencia. No hay duda de que la victoria del Hombre parece próxima.
Sin embargo, se han abierto grietas en la antesala del combate final. La forma de encarar la crisis economía actual amenaza con una importante reducción de los suministros necesarios para que nuestras unidades científicas y asistenciales encaren con garantías el frente de la guerra. "Es el momento de que la ciencia empiece a dar frutos claros y tangibles contra esta epidemia pero seguimos necesitando el apoyo político y las respuestas comunitarias para avanzar", declaró la semana pasada el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, con un cierto tono de inquietud.
Los tratamientos antirretrovirales para los africanos, los más afectados del mundo, siguen siendo carísimos y con el trance financiero actual pueden serlo aun más. Todo indica que la inversión pública languilecerá durante los próximos meses hasta llegar a la mínima expresión en áreas consideradas caritativas, casi filantrópicas, como son la financiación de medicinas que mayoritariamente consumen los pobres de la Tierra. Nadie descarta una reducción del presupuesto de organizaciones como la OMS y la propia ONUSIDA. De confirmarse este rumor, la catástrofe para países como Etiopía, Nigeria, Zambia, Zimbabwe o Suráfrica estaría garantizada. Allí, el Sida y otras enfermedades "tratables" siguen causando estragos.
También en España han comenzado a ver las patas del lobo de la recortes bajo la puerta de la financiación. Treinta organizaciones que hasta ahora desempeñan un papel fundamental en la sensibilización social y en la ayuda a las personas afectadas han emitido un preocupante manifiesto en el que piden a las administraciones locales, autonómicas y nacional que no bajen la guardia en esta guerra. Después de 30 años de pelea en las trincheras no saben si sobrevivirán al envite de las hordas de la crisis que ya asoman sus afiladas dagas a la vuelta de la esquina. No es sólo una cuestión de humanidad. Se trata de sentido común. De inteligencia.
Hoy la foto es una animación. Me hubiera gustado mostrar al VIH más horrible y cruel pero ha sido imposible porque la realidad es mucho peor: Llora y sufre. Va por los afectados y por sus familias.
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