Foto de la Semana más leída por los seguidores de Más que Ciencia
Podríamos haber elegido a un bracero cortando un tronco milenario o a un bombero sofocando las llamas de un incendio provocado. Podríamos mostrar una imagen desoladora, el testimonio directo del horror, exponer lo pavoroso, revelar la herida.
Sin embargo, hemos preferido ilustrar la selva amazónica con la esencia pura de esta región única del planeta aunque para nosotros esta foto resulte un tanto idílica e irreal. Un paraíso húmedo donde los colores agotan el espectro y que el hombre se la está cargando. Está empeñado en ello. Más de 6 millones de kilómetros cuadrados van mermando cada minuto como si un cíclope se alimentara de esta tierra a mordiscos para reforzar su poder omnímodo. Quizá sea por envidia ante tanta belleza natural aunque nosotros la disfracemos de codicia. Queda mejor cuantificar la destrucción en términos monetarios. Posesión es la palabra maldita.
Hace unos años, quien fuera ministro de Educación del expresidente brasileño Lula, Chico Buarque, fue interpelado por un estudiante en EEUU sobre su posición ante la presión del "lobby" maderero -mayoritariamente estadounidense- para que internacionalicen la gestión de este rincón de la Tierra. Su respuesta fue contundente:
"Realmente, como brasileño, sólo hablaría en contra de la internacionalización de la Amazonia. Por más que nuestros gobiernos no cuiden debidamente ese patrimonio, él es nuestro. Como humanista, sintiendo el riesgo de la degradación ambiental que sufre la Amazonia, puedo imaginar su internacionalización, como también de todo lo demás, que es de suma importancia para la humanidad. Si la Amazonia, desde una ética humanista, debe ser internacionalizada, hagamos lo mismo con las reservas de petróleo del mundo entero. El petróleo es tan importante para el bienestar de la humanidad como la Amazonia para nuestro futuro. A pesar de eso, los dueños de las reservas creen tener el derecho de aumentar o disminuir la extracción de petróleo y subir o no su precio. Y de la misma forma el capital financiero de los países ricos debería ser internacionalizado. Quemar esta selva es tan grave como el desempleo provocado por las decisiones arbitrarias de los especuladores globales. No podemos permitir que las reservas financieras sirvan para quemar países enteros en la voluptuosidad de la especulación".
Creemos que estas palabras resumen bien muchas opiniones que hoy en día se han convertido en bandera de una gran indignación internacional.
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